Bitcoin no es volátil
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“La intuición le dirá a la mente pensante dónde mirar” dijo Jonas Salk, el creador de la vacuna contra el Polio. Dominados por la cabeza y nuestros pensamientos, hemos dejado de lado la convicción de la guata. El pensamiento exacerbado y la necesidad de analizar cada detalle de cada situación nos lleva al estrés y la inacción. Dejemos de pensar en lo malo que puede pasar, y démosle la oportunidad a lo bueno que puede florecer. El universo nos presentará oportunidades disfrazadas de obstáculos, pero si confiamos en sus caminos y en nuestra guía interna, ¿cuánta vida bella nos espera?
Tenía pensado escribir el boletín de esta semana sobre otro tema, pero los movimientos del mercado provocaron mucho miedo irracional, asique me pareció buena idea tocar el tema de la volatilidad de Bitcoin. Esta es una métrica equivocada, y es importante revisar por qué. En estos días inciertos, hay que enfocarse en los fundamentales del sistema, porque ahí encuentras la tranquilidad.
Para comenzar, si estás demasiado estresada/o con los últimos movimientos del mercado, entonces pasa una de dos cosas:
1. Estás demasiado pendiente del mercado. De no ser trader—especulador—deberías mirar tus inversiones una vez cada seis meses, y esto solamente para ver si ha habido cambios a los principios fundamentales de lo que guardas. Recuerden siempre de mantener la mirada en el largo plazo; para aquellos esperando la hiperbitcoinización, eso demorará décadas.
2. Están sobre-expuestos al mercado. Una regla financiera importante es que no inviertas más de lo que estás dispuesto a perder. Nunca inviertas dinero que vas a necesitar para pagar las cuentas y/o ciertos gastos diarios. Siempre ten en cuenta que existe la posibilidad de que tus activos se vayan a cero.
Mantener la semblanza en estos tiempos turbulentos no es fácil, pero es importante mirar esos dos puntos y pensar si uno de ellos te aplica. Porque a menos de que vayas a necesitar el dinero hoy, o que ibas a realizar pérdidas o ganancias, entonces estos vaivenes no te deberían afectar. Estamos pensando en el largo plazo. El oro lleva miles de años y aún no hay consenso en su precio. Con Bitcoin llevamos apenas doce.
Por otro lado, creo que la métrica de la volatilidad está errada. Y para eso, quiero invocar una cita de Tomer Strolight: “Si te encuentras en un bote que estaba siendo sacudido por las turbulencias del mar, y estaban mirando un faro que estaba en la costa, la posición de ese faro aparecería extremadamente volátil.” Bitcoin es ese faro.
Bitcoin es tremendamente estable en los temas que importan. Su política monetaria es totalmente predecible y predeterminada, la cantidad de bitcoin que se emitirán está escrito, el horario de emisión no cambia nunca, cada diez minutos se agrega otro bloque a la cadena, y el sistema sigue igual a pesar de los vaivenes de su precio.
Este gráfico muestra la tasa de inflación de Bitcoin en el tiempo. A la izquierda, en el eje vertical están la cantidad de bitcoin en circulación (demostrado por la línea azul). Al día de hoy hay 18.741.237 bitcoin, de un total que será de 21.000.000. El eje horizontal es la cantidad de bitcoin que se emiten por cada bloque creado. El gráfico está un poco desactualizado, porque hoy la recompensa por bloque está en 6.25 BTC. Y la línea amarilla (en el eje vertical de la derecha) expresa la tasa de inflación de Bitcoin.
¿No le ven la belleza? Está perfectamente estable y sincronizado en el tiempo, creado en base a matemática y códigos computacionales para que ninguna entidad ni persona pueda alterar ese programa. Bitcoin, desde el día uno, ha operado siempre igual, con una política monetaria programada y precisa.
En un ámbito tan complejo como la economía, creo que haría más sentido utilizar un estándar de dinero cuya política monetaria es predecible e inalterable. O al menos de querer guardar una parte de tu dinero en algo así de seguro.
El dinero fiat, en cambio, depende de la voluntad de “expertos”. ¿Quiénes los eligen? ¿A quién responden? ¿Podemos verificar los datos que publican? ¿Cuáles son sus intereses? ¿La política monetaria es fija o se altera? ¿Por qué tenemos que confiar en ellos?
Yo no digo que Bitcoin sea perfecto, aunque su protocolo sin dudas es asombroso. Pero creo que una de las grandes gracias de su sistema es que nunca deja de funcionar. Está perfectamente programado. Y en días como estos, cuando la “volatilidad” es extrema, hay que recordar los principios de la red para darnos cuenta de que es el dinero más estable que jamás ha existido.
¿Siguen existiendo solamente 21 millones de bitcoins? Si.
¿Se siguen agregando bloques cada diez minutos? Si.
¿El libro de cuentas sigue inmutable? Si.
¿La red sigue descentralizada? Si.
¿Bitcoin sigue resistente a la censura? Si.
¿El protocolo sigue neutro? Si.
¿El sistema sigue colaborativo? Si.
Yo entiendo que da terror ver el dinero que utilizaste para comprar Bitcoin disminuir en 50% en poco tiempo. Yo lo he vivido muchas veces. Pero la alternativa es un dinero que constantemente pierde valor, que es de uso obligatorio, donde estás a la merced de “expertos” y cuyo sistema es inherentemente injusto.
Entonces, en vez de confiar en terceros que cambian las reglas a diestra y siniestra, ¿por qué no confiamos en un protocolo basado en reglas matemáticas inmutables? En uno que nunca ha dejado de funcionar, y que sigue sumando adeptos. En uno que permite una vida más justa, más verde, más neutra, más inclusiva, más democrática y más prospera.
Bitcoin no es volátil. Bitcoin es dinero programable e inmutable. En un mundo que siempre está cambiando, quizás eso es lo que necesitamos.
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