Camioneros canadienses y Bitcoin
Revisemos qué ocurrió con la protesta de camioneros en Canadá y cómo Bitcoin ofrece una salida
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Bitcoin soluciona esto:
La semana pasada, Bitcoin apareció para demostrar su utilidad y su importancia. Les vengo a contar una historia que ha estado ausente de los medios convencionales, pero que sin embargo sirve para narrar un precedente tenebroso de cara al futuro.
Hasta hace unas semanas, camioneros canadienses y estadounidenses que cruzaban la frontera entre este país y Estados Unidos tenían exenciones de la necesidad de vacunarse frente al Covid-19, dado el congestionado momento de las cadenas de suministro. Para evitar mayores disrupciones, ambos países habían liberado a estos trabajadores de la necesidad de un pase de movilidad.
Sin embargo, estas exenciones llegaron a su fin—en ambos países—y el gobierno de Canadá introdujo una serie de medidas en relación a vacunas contra el Covid-19. A partir del 15 de Enero, Canadá exigía vacunas al día, requisito que se requería desde el 22 de Enero en Estados Unidos.
Enfureciendo a los camioneros, muchos de los cuales guardan cierto escepticismo de cara a la vacuna experimental que hoy se distribuye a lo largo del planeta, se organizaron en un dos por tres, y montaron una protesta, para exigir el fin de estos mandatos y el respeto por la libertad personal.
Vale la pena constatar que de acuerdo a la Alianza de Camioneros de Canadá, alrededor del 85% de su fuerza laboral está vacunada, y que las nuevas medidas afectarán a 26.000 de los 120.000 camioneros que cruzan la frontera regularmente.
Denominada Freedom Convoy, miles de camioneros a lo largo de Canadá se unieron, y comenzaron un peregrinaje a lo largo del país.
El primer convoy partió desde el extremo occidente del país, en una ciudad llamada Prince Rupert, de la provincia de British Columbia, el 22 de Enero. Enfilándose hacia la capital, Ottawa, en el otro lado del país, se sumaban adherentes, en un viaje de casi 5.000 kilómetros de largo.
La idea cúlmine era protestar frente al Parlamento, lo cual ocurrió el día 29 de Enero. Si bien se fueron sumando y restando protestantes a lo largo de estas semanas, los registros de cuantos participaron en esta manifestación son diversos.
De acuerdo al jefe policial de Ottawa, entre 5.000 y 18.000 protestantes se congregaron en esa ciudad para protestar, mientras que de acuerdo a los mismos organizadores, alrededor de 50.000 camiones se han ido uniendo en diversos momentos de la “marcha”. Lo que sí, es que al arribar a la capital, se unieron también personas a pie para denunciar los mandatos del gobierno.
El motivo principal de la resistencia fue la eliminación de la necesidad de vacunarse para poder continuar con sus labores, y el respeto a la libertad individual.
Aún así, la protesta ha ido tomando tintes de toda índole. Aunque la mayoría de los reportajes muestran protestas pacíficas tocando la bocina, también han ocurrido algunos hechos de vandalismo y profanación de algunos memoriales. Es a partir de estos hechos que Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha salido denunciando la protesta como violenta, no representativa, y repleta de discursos de odio.
Las declaraciones de Trudeau hicieron echo con los medios convencionales—los pocos que sí han reportado la situación—y que han salido a rechazar la marcha en su totalidad.
¿Por qué importa lo que está ocurriendo en Canadá y cómo se liga a Bitcoin?
La Freedom Convoy había abierto una página para recibir donaciones de personas alrededor del mundo para apoyar su misión; realizando una campaña en la conocida plataforma de crowdfunding, GoFundMe. Cuando la campaña iba en nueve millones de dólares de donaciones, repentinamente la plataforma dio una declaración que pisó los frenos de los camioneros.
De acuerdo a la empresa, la protesta se había convertido a una “ocupación”, violando sus términos de servicio y por tanto procedían a la eliminaban de la campaña de recibir donaciones. GoFundMe de pronto explicaba que reembolsarían—o redirigirían ese dinero a otras causas—a quienes habían financiado a los camioneros, dentro de un período de 7-10 días.
Tu dinero, que otro elige qué hacer con él.
Aquí entra en escena Bitcoin. Rápidamente, y a raíz de la abrupta censura por parte de la plataforma, se abrieron canales de donaciones en Bitcoin, amparadas en la resistencia a la censura y aspecto descentralizado de la moneda, manteniendo viva la protesta, al menos financieramente.
Hasta el momento, se han recaudado más de 10 bitcoin, casi medio millón de dólares, con una meta de 21 bitcoin para los camioneros.
Quiero hacer un hincapié en el precedente que marca esta medida. Hoy, unilateralmente, una empresa—que podría haber sido presionada por el gobierno de turno, nunca lo sabremos—le corta las alas financieras a un grupo minoritario que ejerce su derecho a manifestarse en pos de su libertad personal.
Más aún, y más preocupante incluso, es que este es el mundo al que nos adentramos a medida que avanza la creación de los CBDCs.
Nos acercamos, no sé a que velocidad, hacia el completo control centralizado de nuestras finanzas y todo lo que acompaña aquello. La matriz financiera, y nuestra manera de actuar desde lo más básico—comprando comida—hasta lo más profundo—apoyando manifestaciones—estarán en manos de un grupo político que con un simple click del botón podrán censurarte, silenciarte y apagarte, tal como vemos con esta situación.
La semana pasada vimos para qué fue creado—entre otras cosas—Bitcoin y de qué sirve. Para ofrecer una alternativa a quienes disienten de la mayoría, actúan contra la narrativa convencional, y ejercen sus derechos como ciudadanos para expresarse libremente.
Podrás estar en contra del trasfondo de los camioneros, pero no deberías estar en contra de que se expresen. Hoy, son quienes distribuyen bienes alrededor del mundo. Mañana pueden ser periodistas que disienten de la narrativa del gobierno de turno. La semana siguiente pueden ser profesores que no están de acuerdo con ciertas normas educacionales. El mes próximo pueden ser artistas que deciden crear obras denunciando el actuar del establishment y los poderes fácticos.
Si crees que todos tienen derecho a la libertad de expresión y de acción, la movida de GoFundMe—lo que llevó a los camioneros canadienses a optar por usar Bitcoin—es solamente una de las decenas que ocurren alrededor del mundo y que ya está atacando las “democracias liberales” del occidente.
El fascismo financiero avanza, lentamente y a puertas cerradas, pero avanza. Pronto, veremos nuestras finanzas controladas por un grupo de personas que no responden a nadie, y cuyos intereses viven tras bambalinas.
Bitcoin nos ofrece una salida a la tiranía económica que vemos y que se expande día a día.
Hoy son camioneros, pero mañana quizás te toque a ti ser la minoría. “La libertad es la libertad de disentir”, dijo una vez Rosa Luxembourg.