Entendamos el dinero
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Puedes estar a favor o en contra de bitcoin, pero una de las innegables consecuencias positivas que trajo fue en abrir la conversación sobre el dinero. Nos obligó, de una forma u otra, revisitar una de las tecnologías más poderosas y milenarias de la sociedad humana. Abrió debates y conversaciones, y solamente eso es tremendamente positivo.
Pasamos la abrumante mayoría de nuestras vidas pensando en dinero. Egresas del colegio pensando en tu carrera y como esta va a impactar tu bolsillo. El marco mental es de estar constantemente pensando y estresándonos por cuánto vamos a ganar y por cuánto tiempo. La vida se nos va y viene con dólares y pesos en mente, pasando de un empleo a otro buscando el mejor salario.
¿Cuál carrera renta más? ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para ganar cierta cantidad? ¿Por qué mis compañeros de escuela ganan más que yo, siendo que estudiaron lo mismo? Una infinita cantidad de preguntas nos inundan, todas con el dinero al centro.
Y mientras el tiempo avanza, más estresante se vuelve el tema. Algunos sacan créditos e hipotecas, otros se quieren ir de viaje, algunos ahorran y los demás invierten. Toda nuestra vida, de alguna forma u otra, viene medida por aquella tecnología que nos permite comprar y vender cosas.
Más de la mitad de las transacciones que ocurren alrededor del mundo usan el dinero como medio de intercambio. Permite la colaboración y cooperación a gran escala. Cuando entras a un restaurante, todo, desde la cerveza que te sirvieron hasta el recipiente en que te la sirvieron fue hecho posible gracias al dinero.
Sin embargo, ¿quién realmente entiende lo que es el dinero? Me parece bizarro que pasamos un enorme porcentaje de nuestras vidas estresados por el dinero, pero nunca paramos para pensar qué es. Es central a nuestra vida, y estamos todo el día creando ideas e inventando proyectos para acumular más.
En el último tiempo, me he encontrado con decenas de personas que al explicarle mi trabajo, y la importancia que le doy al dinero (no es prioridad en mi vida, pero sí me preocupo de educarme y entenderlo), y su respuesta es “no entiendo nada de eso”. Y hasta ahí nomás queda la conversación. No hay punto seguido, preguntas, indagaciones o curiosidades. Simplemente pasan por arriba la conversación que probablemente les haría la vida infinitamente más fácil.
Yo no digo que debamos tener como prioridad el dinero. La fijación en valor extrínsicos—como la acumulación de riqueza—trae devastadoras consecuencias. Quienes viven en este sector del espectro están más atraídos al prestigio, estatus, imagen, fama, poder y riqueza. Tienen poco interés en la cooperación y colaboración, y estas personas reportan altos niveles de estrés, ansiedad, rabia, envidia, y depresión.
En cambio, la fijación debiese ser en que entendemos el dinero. No solamente su rol en la sociedad, sino cómo funciona. Porque si pasamos tanto de nuestra vida pensando en él, pero no educándonos sobre él, entonces vivimos persiguiéndonos la cola. Nuestra motivación es para acumular más dinero, pero no entendemos cuáles son sus propiedades, quienes lo emiten y controlan, cuáles son las distintas formas y tantas otras características centrales a la conversación.
¿Cuántos de quienes están leyendo han tenido esta conversación en sus hogares? Este concepto lo descubrí a mis treinta años, y la verdad, que fue gracias a Bitcoin. Porque, como escuché una vez, todos tuvimos una mala relación con el dinero hasta que conocimos a bitcoin.
Entre otras cosas, el dinero es un instrumento para almacenar nuestro tiempo y energía. Trabajamos, arduamente, entregando minutos, horas y días de nuestra vida a cambio de unos dígitos en una pantalla o papelitos con caras para así poder comprar bienes y servicios. Por tanto, deberíamos estar buscando la mejor forma de guardar nuestra energía de cara al futuro.
Hoy quizás tengas mucho tiempo por delante y mucha energía dentro de ti. Pero esto no va a ser así para siempre. Llegará un momento donde tu cabello se tornará gris, tu cuerpo estará más susceptible a caídas, y se te arrugará la cara. En ese momento, ya no querrás trabajar tanto—o nada—y vas a necesitar acceder a la energía acumulada durante tu vida: tu dinero.
Por tanto, descubre tu relación con el dinero.
El manejo de tus finanzas son una herramienta fundamental no sólo de libertad sino para tu propio empoderamiento. Abre este diálogo en tu casa y con tus cercanos. Porque si vas a pasar toda tu vida preocupada por el dinero, entonces hazte el favor de estudiarlo.
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