Entrevista con Andreas M. Antonopoulos
Soy Pedro y esta es la decimotercera edición de La Cadena, un medio independiente que te informa sobre criptomonedas y educación financiera. A partir de la próxima semana, abriré este espacio a contribuciones monetarias por parte de ustedes, mis lectores.En el afán del libre flujo de información y la importancia de la educación, quiero mantener este medio abierto a todos. Así, apoyas la investigación independiente y recibes periódicamente noticias, análisis e información de temas cripto-financieros. Además, ayudas a democratizar el acceso a la información. Este boletín es gratis, pero no barato, ¡Súmate y apoya!
Esta semana tuve el honor de entrevista a una de las personas más respetadas del cripto-espacio, Andreas M. Antonopoulos. Muy elocuente, claro en sus pensamientos, e interesante en su análisis. He adjuntado el link a la entrevista, y también hice una transcripción de la misma. ¡Espero la disfruten tanto como yo!
Pedro: Andreas, ¿nos podrías contar un poco de tu pasado y experiencia, antes de entrar al mundo de las criptomonedas?
AA: Soy un computín. Me regalaron mi primer computador a los diez años y me enamoré. He pasado toda mi vida trabajando, estudiando, y amando computadores. Y entre al internet a una muy temprana edad (en 1989), mucho antes que otras personas. Luego, me mudé a Londres, donde recibí mi Magíster en Ciencia de la Computación. Asique corría el año 1994, y comencé a trabajar en redes y sistemas distribuidos, lo que es, esencialmente el internet.
Luego me enfoqué en la seguridad de la información y fui fascinado por el uso de la criptografía para hacer cosas en sociedad. Me involucré con un movimiento de la época llamado los “cypherpunks”, quienes se dedicaban a utilizar criptografía para hacer cambios en la sociedad. Estuve interesado, incluso, en las primeras criptomonedas durante los años 90, previos a Bitcoin—con David Chaum y otros—pero luego continué con mi trabajo en seguridad de la información y el internet.
Asique logré saltarme los primeros dos, quizás tres, años de Bitcoin. Lo ignoré en 2011, y me lo reencontré en el 2012. Fue en este año que me leí el white paper (documento indicando la tecnología), y me llamó tanto la atención que dejé todo botado para entenderlo. Dediqué cuatro meses de mi vida a leer, escribir, programar y aprender sobre Bitcoin. Y, durante 16 horas al día, olvidándome de comer, de dormir, de todo; tanto así, que salí de esos meses convencido que no podía romper este sistema, y que no tenía una falla.
Entonces decidí dedicar mi carrera y atención totalmente a Bitcoin y nunca miré para atrás. En 2014 publiqué mi primer libro: Mastering Bitcoin, y ahora estoy trabajando en mi sexto.
Mi enfoque es explicar la tecnología en términos simples y ese es el rol que he tomado. Soy un educador, relativamente neutral, con un estilo académico, que intenta explicar la tecnología y sus implicancias socioeconómicas y políticas.
PS: Desde ese punto de vista educativo, ¿Qué le dirías a alguien que recién está entrando al cripto-espacio y sigue siendo un poco escéptico de la tecnologia?
AA: Antes que nada, es importante enfocarse en que esto es una tecnología, y no solamente una inversión. Si lo miras como el segundo nada más, estás perdiéndote una gran parte. Es como si miraras el internet durante los 90 y pensado, “déjame comprar unas acciones de Yahoo”. Te habrías perdido la parte importante. Lo mismo aplica hoy. Aunque esto es más difícil con las criptomonedas porque el dinero es un componente integral de cómo funciona esta tecnología. Es una tecnología del dinero antes que nada, pero la palabra tecnología es la principal. Necesitas entender que esto es una tecnología revolucionaria del dinero, y no solamente un dinero revolucionario.
PS: ¿Cual dirías que es el atractivo principal que podría tener las criptomonedas, para alguien en Sudamérica?
AA: Creo que hay dos formas de ver esto. Para mí, desde un punto de vista nerd, me encanta la tecnología por su elegancia, como un artefacto de la civilización humana, como un sistema matemático. Algunas personas miran a Bitcoin y lo que vino después (otras criptomonedas) y ven un software arquitectónico que es hermoso. Pero entiendo que eso sea raro, así soy yo.
Si no eres así, lo que es casi tan atractivo es el hecho de que esta tecnología cambia una dinámica de poder muy fundamental en la sociedad, que es el control sobre la producción y el acceso al dinero, sistemas financieros, y economías.
Yo encuentro que el mundo opera sobre sistemas que son profundamente injustos y limitados, y empujan a miles de millones de personas a la pobreza porque no les entregan el mismo nivel de acceso, ni herramientas que a otros. La economía mundial, y en especial la maquinaria del dinero, es controlada muy cuidadosamente. Lo que me atrae a Bitcoin es que nadie puede control el acceso a su sistema. Es el primer sistema de dinero abierto que hemos tenido en cien años. El previo eran monedas de oro, lo que podías tener bajo tu control. Estas monedas existieron durante miles de años, hasta los 1930, donde entramos a un sistema de dinero cerrado, donde hoy el 85% de la población humana no tiene acceso a dinero estable o gobiernos democráticamente abiertos, o ambos.
Bitcoin es una forma estable de dinero que anima el acceso democrático. Está abierto a todos, donde sea en el mundo, sin que nadie pueda controlar su acceso. Nos está llevando al pasado donde teníamos dinero abierto—monedas de oro—y también al futuro, porque este es un dinero mundial, instantáneo, y muy seguro. Lo que me excita de Bitcoin, aparte de la belleza de la tecnología, es la posibilidad de una economía mundial abierta que cualquiera puede participar.
PS: A fines del 2019, Chile estalló en protestas donde millones de personas a lo largo del país salieron a las calles a protestar y pedir dignidad, igualdad, y justicia económica. ¿Qué rol juega Bitcoin como apoyo a las revueltas sociales, y que le dirías a aquellos que pedimos cambios y queremos un país más justo?
AA: Visité Chile en el pasado y pude ver sus dos aspectos. Por un lado, el Zúrich de Sudamérica, con sus enormes torres de vidrio y acero; y por el otro, pobreza bastante extrema. Chile ha sido el laboratorio del neoliberalismo, donde los peores experimentos pueden ser ejecutados, los que después se exportan a Estados Unidos. Y viceversa, tomas lo peor de la política norteamericana y lo exportas a Chile. Es muy triste.
Creo que la habilidad de controlar un país a través de—y manteniendo—estas políticas neoliberales de extrema desigualdad de riqueza, pero también extrema desigualdad de oportunidad, necesitas tener control del dinero y esa es una pieza muy importante del puzle. Control sobre el dinero, control sobre las armas, control sobre la policía, control sobre las calles van de la mano. Por lo que creo que es importante para personas en esos países que sepan que tomar el control del dinero, o salirse de ese control—operando con Bitcoin—es algo muy poderoso. Permite a las personas salirse del sistema y optar por otro, sin tener que dejar el país, ni tener que pelear por el control de las calles, o pelear con el sistema de gobierno.
Simplemente salirse del sistema monetario hace dos cosas, y creo que es importante que las personas lo sepan: cuando comienzas a operar dentro de una cripto-economía comienzas a ser parte de algo nuevo, pero también puedes disfrutar de ser parte de una economía distinta, donde el control del sistema no te impacta tanto. Tu dinero no puede ser devaluado, o tu cuenta bancario no puede ser congelada porque fuiste a una protesta. No solamente te sales de la prisión del sistema monetario, pero yendo más allá, sacas tu contribución creativa a ese sistema. Asique no solamente estás fuera de ese control, pero también le quitas tu consentimiento, pasión, creatividad, contribución, trabajo, tiempo y esfuerzo.
Y si suficientes personas lo hacen, le quitas el piso al sistema. El neoliberalismo depende de redistribución de ingreso en la dirección contraria; depende de castigar a las clases medias y bajas a través de la inflación, aranceles, y eliminar las instituciones que entregan soporte social; alimentando ese dinero a la clase alta de inversionistas, terratenientes, magnates de los medios, e industrialistas. Es socialismo invertido: socialismo para los ricos y capitalismo áspero para los pobres. Bueno, si retiras tu consentimiento financiero de ese sistema, ese sistema se muere de hambre.
PS: ¿Cómo ves a las criptomonedas en cinco años y cómo crees que será la adopción masiva?
AA: Eso depende de lo que definas como masa, y para eso voy a citar a Alex Gladstein, quien ha hecho harto trabajo en este espacio: “13% de humanos viven en una democracia liberal con una moneda fuerte o de reserva y el 87% vive en bajo un gobierno iliberal y tienen una moneda de mierda o ambas”. Muchos hablan de la masa como Karen y David comprando sus cafés en Starbucks con Bitcoin. Pero esos no son la masa.
La masa es el 87% de la población mundial que ha sido excluida del sistema, y que no tienen voz o bolsillo o ambas. Entonces, desde esa perspectiva, la adopción masiva es darle acceso a sistemas financieros a todos en el planeta que los necesiten y deseen. Yo utilizo el término acceso universal a finanzas básica, lo que significa entregar herramientas financieras básicas a todos.
¿Dónde vamos en cinco años? Hacemos que el sistema sea más fácil, seguro, y difícil de controlar. En este momento, las mayores barreras de entradas son la educación financiera, educación tecnológica, y bajo acceso a infraestructura tecnológica. Estamos trabajando para que cualquiera con un teléfono Android barato y suficiente conexión a internet, pueda ocupar Bitcoin u otra criptomoneda y ganar acceso al sistema financiero mundial.
PS: Muchos de mis lectores me preguntan esto: ¿están las criptomonedas, y la economía en general, en una burbuja?
AA: Sí. Pero, todo está en una burbuja. De hecho, la cripto-burbuja es alimentada por la burbuja de todo. Y como todo está en una burbuja, es casi imposible para inversionistas recibir retornos porque están lidiando con dinero inflacionario—es decir, dinero que se hunde delante de sus ojos, en la mayoría de los países a la orden de 3%, en algunos hasta 10% anual—asique inversionistas están desesperados por apuntalar sus inversiones.
Por lo tanto, inversionistas han inflado una burbuja en todo, y mientras más dinero barato—fiat—tengamos, más grande es la burbuja. Eventualmente una parte de esa burbuja se derramó sobre el mercado de las criptomonedas. La única diferencia es que esta es una burbuja donde todos pueden participar. El común de las personas no participa en la burbuja del Nasdaq, en la burbuja de los bonos de la tesorería, en la burbuja del start up, en la burbuja de las divisas. De hecho, son simplemente las víctimas de esas burbujas—por ejemplo, con la devaluación de su moneda—o son excluidos asique lo único que ven son la burbuja de precios—precios altos en salud, alzas de precio del pan, la carne, el costo de transporte y más.
Solamente porque las criptomonedas están en una burbuja, y que todos pueden participar, no significa que sea una buena inversión. El tema con las burbujas es que saber que estás en una burbuja realmente no ayuda, porque no entrega respuestas a lo que deberíamos hacer.
La economía mundial presenta un tremendo desafío para todos en este momento, pero mucho más para aquellos que no pueden participar en cualquier aspecto de él. Sí, las criptomonedas están en una burbuja, pero si sacas tu dinero de esta burbuja, solamente la meterás a otra burbuja, con la diferencia que esa será menos accesible y exitosa.
Hay algo que no está en una burbuja: la educación. Puedes lograr una educación con una inversión mínima, utilizando recursos gratuitos en línea. Asique si estás pensando invertir en Bitcoin, deberías considerar invertir en una educación. Esta inversión no expira, no es cara, no es volátil y realizas ganancias desde el día uno.
PS: Yo creo que tendremos en el futuro una batalla por la estructura monetaria. Por un lado tendremos a Bitcoin y las blockchains abiertas, por el otro las divisas digitales de bancos centrales (CBDC´s) y en tercer lugar a Facebook y las monedas corporativas. ¿Qué crees que las personas deberían saber sobre estas tecnologías y qué les dirías para que se abran a utilizar Bitcoin por sobre las otras?
AA: Esto es una gran pregunta. El ciclo en que estamos en este momento es claramente insostenible y tendrá su fin. Comenzaremos a ver a gobiernos buscar a quien echarle la culpa cuando las cosas se hundan. Bitcoin es un blanco excelente para eso, pero la aparición de Libra—moneda corporativa de Facebook—está siendo un blanco aún mejor. Estamos viendo en algunos lugares gobiernos comenzar a decir: “divisas digitales están quebrando nuestra economía”. Lo comenzaron a decir en Nigeria, en India, y comenzarán a echarle la culpa a las criptomonedas por romper sus propias divisas.
La analogía que utilizo es echarles la culpa a los botes salvavidas por hundir el Titanic. “Si te hubieras quedado a bordo con tus chaquetas salvavidas, estaríamos flotando, pero como te fuiste y subiste a los botes sin nuestro permiso, el barco se hundió”. Retiraste tu flotabilidad y no te permitiste ser rehén de un sistema hundido.
Es importante darse cuenta de que estas tres categorías de divisas presentan perspectivas completamente distintas de qué es y para quién es una divisa. La divisa del banco central es la moneda del gobierno, por el gobierno, y últimamente para el gobierno y sus amigos. La divisa corporativa es la moneda de la empresa, por la empresa, y últimamente para la empresa. Bitcoin es el dinero de las personas, por las personas, y últimamente para las personas. Bitcoin es la divisa humanística.
La diferencia va a ser marcada, van a hacerte creer que los CBDC´s y Libra son solamente criptomonedas, haciendo difusas esas distinciones. Y por eso están ocupando el término “divisas digitales”, porque Bitcoin no es una divisa digital. De hecho, ya tenemos dinero digital: el 92% de los dólares norteamericanos en circulación son digitales, y 90% de las divisas de otros países existen solamente en bases de datos de bancos centrales. Sin embargo, Bitcoin no es una divisa digital. Bitcoin es una criptomoneda, y es una criptomoneda descentralizada.
De hecho, yo utilizo un acrónimo para recordarles a las personas porque Bitcoin y otras criptomonedas son importantes. RIPCORD. Un RIPCORD es el cordel que tiras de tu paracaídas cuando saltas de un avión, y que te salva la vida cuando vayas cayendo hacia la tierra.
¿Qué es RIPCORD? Estas son las características que quieres en estos sistemas, y son una serie de preguntas mirando la tecnología: ¿Es Revolucionaria? ¿Es Inmutable? ¿Es Pública? ¿Es Colaborativa? ¿Es Abierta (Open, en inglés)? ¿Es Resistente a la Censura y el Control? ¿Es Descentralizada? Si tiene esos atributos, es especial.
¿Son las divisas de bancos centrales revolucionarias? Absolutamente no, son la esencia del estatus quo. Son, de hecho, anti revolucionarias. ¿Son inmutables? Claramente no, pueden ser cambiadas o modificadas al capricho del gobierno. Su política monetaria, sus reglas, sus mecanismos de consenso pueden ser cambiadas. ¿Son públicas? Las entrañas del sistema no se darán a conocer. ¿Son colaborativas? No, son manejadas centralmente y no nos dan la oportunidad de participar en su desarrollo. ¿Son resistentes a la censura? Por supuesto que no, la censura es un componente central de estos sistemas. ¿Son descentralizadas? Creo que los otros puntos probaron que no lo son. De hecho, junto con las monedas corporativas, su enfoque es la aplicación de control centralizado y vigilancia.
Asique cuando vemos esta batalla de tres poderes, nos damos cuenta de que es un problema muy complejo. Y no se sabe quién va a pelear con quien, ni quien se va a aliar con quien. Yo solamente sé que de esas tres divisas hay una nada más que tiene principios RIPCORD y eso es lo que me interesa.
Vale la penar decir que las monedas corporativas serán muy atractivas. Serán brillantes, fáciles de usar, entretenidas, y convertirán el dinero en una experiencia estimuladora de dopamina que será muy buena, pero solamente será para beneficiar a Facebook. Y muchas personas caerán por eso. Es la misma diferencia que el periodismo ciudadana publicado independientemente no es lo mismo que tus noticias de Facebook. Por lo tanto, tú no eres el cliente. Tu eres el producto que están vendiendo. Tu historia financiera, la violación de tu privacidad, y la vigilancia de tus finanzas es el producto.
Lo mismo aplica para las divisas digitales de bancos centrales. No serás un ciudadano soberano con derechos dentro de ese sistema. Bancos centrales, bancos comerciales, bancos de inversiones son los clientes del sistema. Tu eres el producto que lo mantiene vivo.
Estos temas son muy importantes de saber. Porque nos vamos acercando a un tiempo donde vamos a tener una batalla. Y esta es una batalla que no ocurre universalmente. Todo individuo toma sus propias decisiones y lugares distintos tomarán decisiones distintas. Habrá miles de millones que elegirán las divisas de bancos centrales y corporativas. Lo que a mí me importa es que existan criptomonedas para quienes las necesiten y las deseen.
En el fondo, deberíamos hacernos una pregunta: ¿Cuáles sistemas resuelven cuáles problemas para quién? Si utilizas una divisa del banco central, ¿Qué problema te resuelve? No resuelve la inflación, incluso la hace peor. No resuelva la vigilancia, privacidad o control sobre el dinero, la corrupción del gobierno, la acumulación de poder o el socialismo al revés. De hecho, exacerba todos esos problemas. Lo que resuelve es un problema que bancos centrales y los ricos tienen. Y es que han estrujado tanto el sistema que ahora necesitan otro sistema para estrujar. Es un sistema donde te congelarán la cuenta, tu dinero será devaluado y no estarás permitido utilizar tu dinero para expresar poder político, contribuir a un partido político que opone el gobierno, o ningún tipo de acto que vaya en contra del estatus quo. En el fondo, tu dinero solamente funciona al son de los caprichos del gobierno.
Lo mismo ocurre con Facebook, pero aún peor. Tu dinero solamente funciona en base a los caprichos de una intersección entre el gobierno local y esta empresa. Porque para que Facebook pueda implementar su divisa, va a tener que aceptar algo de control por parte del gobierno. Asique ahora tienes dos dueños, y estás sujeto a sus órdenes.
Esto es, en el fondo, sobre el poder. Y te va a tocar aprender la lección. Porque eventualmente intentarás hacer una transacción, y algo extraño ocurrirá, y tu dinero será congelado durante semanas porque te pagó un gasfíter que tiene un primo con el mismo apellido que un líder Talibán de 1993. Es una pesadilla Kafkiana, ya que no podrás predecir cual acción de expulsará del sistema. Y sin un debido proceso, Facebook no necesita necesariamente devolverte tu lugar en su sistema.
La buena noticia es que será obvia la decisión. La mala, como siempre, es que quienes sentirán la carga serán las minorías desaventajadas y sin poder. Minorías raciales, políticas, económicas, trabajadores ilegales, prostitutas, homosexuales, comunistas, o cualquier grupo fuera de moda. Y ya que les ocurre a otros y no a ti—“por ningún motivo prostitutas deberían poder ocupar dinero”—se cimenta un camino peligroso. Porque cuando te toque a ti, y estés en Corea del Norte sin darte cuenta, será tarde. Sin embargo, eventualmente todos lo sentirán. Los inteligentes, sin embargo, se darán cuenta antes, y se saldrán.
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