“El problema con las monedas tradicionales son toda la confianza que se requiere para que funcionen. Debemos confiar en que el banco central no devalúe la moneda, pero la historia de divisas fiat está llena de quiebres de esa confianza. Debemos confiar en los bancos que guarden nuestro dinero y lo transfieran electrónicamente, pero lo prestan en olas de burbujas crediticias con apenas una fracción en reserva”. –Satoshi Nakamoto.
Mientras continua la incertidumbre, miedo y duda en torno al contagio y posible crisis bancaria que se está desencadenando en Estados Unidos, hoy se hace más prevalente que nunca la frase del creador de Bitcoin.
Estamos viendo como la banca de reserva fraccionada ha generado enormes vacíos en el sistema financiero, cómo una vez más las personas en las que confiamos nuestro dinero toman riesgos que luego nosotros—los clientes, quienes no tomamos riesgos—tenemos que pagar, y que finalmente tenemos una solución.
La banca de reserva fraccionada consiste en un sistema donde la cantidad de reservas que tiene un banco—efectivo, u hoy en día números en tu cuenta—solamente equivale a un porcentaje del total de depósitos que existen. Cuando creas una cuenta en un banco, le otorgas permiso para que este pueda prestar tu dinero a otras personas u entidades, recibiendo un interés a cambio (tanto el banco como tú).
Para decirlo de otra manera: tú dinero en el banco no existe realmente. Si bien hay números en una pantalla, el día que queramos ir y retirarlos todos habrá un problema. De primera, el banco te pondrá un millón de trabas (lo sé porque lo he hecho cuando he emigrado de otras naciones, con instituciones incluso más fuertes que las chilenas), y luego si lo hacemos en masa, el banco derechamente no podrá pagar todos los recibos.
Lo que ocurre hoy con Silicon Valley Bank y todas las demás instituciones que pertenecen al sistema de reserva fraccionada da cuenta de lo frágil que son nuestros depósitos—en efecto, el fruto de nuestro trabajo, nuestro propio dinero—y que lo más urgente que deberíamos estar haciendo todos es buscar maneras de protegerse.
Bitcoin entra a cumplir una función fundamental todos los días, pero sobre todo hoy, ya que elimina el riesgo de la contraparte a la hora de resguardar nuestro dinero. En lugar de confiar en personas e instituciones bancarias que una y otra vez son susceptibles a fallas y quiebras, ahora puedes apoyarte en la matemática.
Con este nuevo protocolo, la única persona en que debes confiar es en ti mismo, y que realices una correcta gestión de llaves privadas. Pero una vez tomando los resguardos necesarios, y teniendo la confianza en que has hecho un buen trabajo, nadie—absolutamente nadie—puede quitarte o restringirte el acceso a tu dinero. Te conviertes en un soberano financiero, con la tranquilidad de que el acceso al fruto de tu trabajo realmente te pertenece.
Los humanos somos excelentes para no aprender de los errores de los demás, y creo que si bien lo que ocurre hoy en Estados Unidos ha ocurrido en muchos otros lugares del mundo (recordar, sin ir más lejos, el corralito en Argentina) la mayoría probablemente piensa que esto no le va a suceder a ellos, en un país como Chile.
Sin embargo, el sistema de reserva fraccionada es muy frágil, y depende últimamente de la confianza que le otorgamos a estas instituciones opacas y poco transparentes. Si estás analizando correctamente la actual crisis bancaria, te habrás dado cuenta de la cantidad de confianza que requiere el sistema para subsistir, y como las personas encargadas del sistema (muchas veces sin malicia) crean problemas y fallas para los clientes de esas mismas instituciones.
Como bien dijo Satoshi, uno de los grandes problemas del sistema financiero tradicional es la cantidad de confianza que se requiere. Y a este problema creó una solución precisa. Un sistema criptográfico (basado en códigos computacionales) que reduce al máximo la confianza que requieres en otros, entregándotelo a ti.
Bitcoin es un protocolo que se resguarda en matemáticas, con una emisión máxima de 21 millones de unidades, que logra funcionar 24/7 sin autoridades centrales y que nadie te restringa su uso. Es ahora el momento de estudiarlo, entenderlo, y usarlo.
Soy Pedro y esta es la edición #120 de La Cadena, un medio independiente dedicado a informarte sobre el mundo de Bitcoin y sus alrededores. Estas palabras son gratis, pero no baratas y toma tiempo investigar y crear este contenido. Considera apoyarme, para que me pueda dedicar a esto.