¿Por qué necesitamos bitcoin?
Comienzo esta edición con una historia, que quizás a muchos les sorprenda, o nunca lo hayan escuchado, pero ocurre muy a menudo alrededor del mundo. Ayer conversaba con una chica peruana que recién se mudó a Chile. Trabaja en una empresa chilena, pero no tiene documentación del país. Por no tener carnet de identidad, no pudo abrir cuenta en el banco. Debido a esto, le entregaron un vale vista (documento para retirar su pago presencialmente en el banco) para cobrar su sueldo, pero lo rechazaron por no contar con los documentos requeridos. ¿Les parece bién?
Bitcoin soluciona esto.
El dinero fiat—de los gobiernos—está desahuciado. Ya no tiene solución, al menos en su actual forma. Y por lo mismo, necesitamos bitcoin. Ya que la definición de locura es repetir lo mismo una y otra vez esperando diferentes resultados, y creo que seguir buscando alternativas dentro del mismo sistema que creó los problemas, conduce a esa misma demencia. A veces, cuando necesitamos cambios reales, no sirven aquellos superficiales que con algunos matices buscan hacernos creer que es una mejora (léase CBDCs).
Definitivamente, necesitamos un nuevo paradigma.
Hoy, a vísperas del año 2022, seguimos usando un sistema de dinero creado hace cientos de años—alrededor del S.XVI—con un sistema bancaria diseñado a principios del siglo pasado, y ambos vienen con un sinfín de problemas. Están sujetos a barreras de entradas, ideologías políticas, inclinaciones nacionalistas, pensamientos económicos anticuados, y trabas mentales por quienes resguardan la tecnología millonaria que es el dinero.
Al mismo tiempo, nuestra sociedad pide más. Nuestro mundo pide más. Somos un planeta hiperconectado, camino a la hiper-digitalización, con mercados internacionales cuya interdependencia ya ha tomado preponderancia por sobre nuestras conexiones locales. Necesitamos un dinero que sirva esos propósitos.
Miren el efectivo que llevan en el bolsillo—si es que llevan, hoy somos pocos los que transamos con papel y monedas—y viene con banderas y las caras de personas muertas que un día fueron importantes para la nación que las emite. Eso produce pensamientos nacionalistas y patriotas, que de cierta forma nos moldea para pensar que el estado y solamente el estado debe estar a cargo del dinero. Y, al mismo tiempo, obstaculiza uno de los principales objetivos del dinero: el comercio. Porque, ¿cómo voy a transar con alguien que no comparte mis ideales nacionales? (Miren la lista de países sancionados por Estados Unidos).
Debido a estas pequeñeces políticas por quienes controlan el sistema financiero, el dinero actual está fragmentado. Cuesta un montón enviar dinero de un lugar a otro, los guardianes del sistema piden un sinfín de documentación para permitirte que lo hagas—siempre bajo el lema de tu protección—y nos vemos plagados de divisiones políticas que no permiten interconectarnos a través de este instrumento de cooperación.
El sistema monetario actual nos divide, conquista, empobrece y excluye.
Ya estamos harto de distinciones y divisiones arbitrarias por quienes controlan el acceso al dinero. Los ciudadanos del mundo necesitan una forma de transar que sea entre ellos y sin intermediarios. Buscamos una manera de que podamos ahorrar—simplemente eso—y que para hacerlo no tengamos que pasar por alguna institución antes de hacerlo.
Nuestro mundo del 2021 necesita una red monetaria que sirva nuestras necesidades. Un protocolo neutro, transparente, abierto, inmutable, descentralizado, sin permiso y sin fronteras, que permita devolvernos la humanidad a nuestra humanidad.
Bitcoin entrega una solución al gran problema que es el dinero fiat. Otorga voz y voto para quienes queremos una manera más digna y humana de transar. Y nos da una alternativa, en un mundo manejado por aquellos que no quieren que las tengamos. La opción—y esto es lo bello de bitcoin—es tuya.
Soy Pedro y esta es la edición cincuenta y cuatro de La Cadena. Si quieres descentralizar los canales de comunicación e información, entonces apoya a este medio digital independiente. Este boletín es gratis, pero no barato. No estoy promocionando un producto ni un servicio, sino explicando la tecnología de Bitcoin de la forma más sencilla y neutral posible. Si quieres apoyar esa misión, suscríbete y entra a Patreon para ayudar a mantener este medio abierto para todos y todas.