El Salvador adopta Bitcoin
Esta es la edición veintiocho de La Cadena, tu medio independiente sobre criptomonedas y educación financiera. Este boletín es gratis, pero no barato. En el afán del libre flujo de información y la importancia de la educación, queremos mantener este medio abierto a todos y todas. Por lo tanto, en el link puedes ingresar y contribuir monetariamente a este medio. Ahí accedes a nuestro Patreon, una comunidad de suscriptores que nos apoyan. Así, aportas a la investigación independiente y recibes periódicamente noticias, análisis e información de temas cripto-financieros. Además, ayudas a democratizar el acceso a la información. ¡Súmate y apoya!
De cero a adopción estatal en doce años. Así nomás. Esta red no tiene cabeza, ni miles de millones en equipos de marketing. Nació en un círculo de hackers, buscando una mejor forma de transferir valor. Se ha convertido en un movimiento con millones de individuos, organizaciones, empresas y hoy, naciones. Este momento es único, y pasará a la historia. Revisemos qué ocurrió.
El pasado 5 de Junio, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció la decisión de promulgar un proyecto de ley para aceptar Bitcoin como moneda de curso legal. Es importante señalar lo que es una moneda de curso legal: “dinero—sea moneda o billetes—que debe ser aceptado como medio de pago para una deuda.” Esto significa que en El Salvador se comenzará a aceptar BTC como uno de sus medios de pago legales.
Hoy en la mañana, la Asamblea Legislativa de ese país—que cuenta con una mayoría del partido del presidente, Nuevas Ideas—aprobó la propuesta de ley, y desde este momento, Bitcoin es adoptado por un estado-nación. Según su presidente, “esto traerá mayor inclusión financiera, inversión, turismo, innovación, y desarrollo económico para el país”.
Este anuncio fue bastante inesperado pero tremendamente importante. Marca un punto de inflexión monetario, cuyos efectos se van a sentir en todo el mundo. Que tengamos un país soberano adoptar una moneda fuera de su control estatal, marca un precedente. Es valioso desde varios puntos de vista, y creo que es la punta del iceberg. La visión de futuro de El Salvador es conmovedora y será sin dudas, ampliamente premiada. Ojalá que en Chile estemos tomando nota, aunque soy escéptico, siendo que aún creemos que el Banco Central es independiente.
Alrededor del 70% de personas en El Salvador están des-bancarizadas, una estadística que es común para países en desarrollo (en Chile este número está más cerca del 40%). Sin embargo, esta nación es la tercera con mayor penetración de internet en Centro América, después de Costa Rica y Panamá. Según el presidente Bukele, la movida podría ayudar al “imperativo moral” de la inclusión financiera, y entregar un “espacio donde líderes innovadores pueden re-imaginar el futuro de las finanzas, ayudando potencialmente a billones de personas alrededor del mundo”.
Hoy en día, la economía salvadoreña está fuertemente ligada a los Estados Unidos, en parte porque su divisa oficial es el USD. El país adoptó el dólar en el 2001, reemplazando su antigua moneda local—el colón—tras años de inestabilidad (incluyendo una guerra civil). Esto es una práctica común en la región, donde varios países más enlazan sus monedas al greenback—las Bahamas, Bermuda, y Barbados, entre otros.
De acuerdo a cifras del Banco Mundial, El Salvador hoy se anota en el lugar Nº 115 de 186 países del mundo en producto interno bruto ajustado al poder de compra, con $9.164 USD anual. Imagínense lo que podría provocar para el país el aterrizaje de un sinfín de innovaciones basadas en redes financieras inclusivas.
Por otro lado, es importante saber que hoy 2,2 millones de salvadoreños viven en Estados Unidos (su población local es de 6,5 millones). Van en búsqueda de mejores oportunidades de vida, y al encontrarlas, envían dinero de vuelta a su país en una práctica llamada “remesa”. 22% del PIB de El Salvador proviene de remesas de sus compatriotas y familiares viviendo en el exterior—una de las tasas más altas del mundo. Sin embargo, estas remesas se realizan a través de intermediarios tradicionales que cobran más del 20% de la transacción. Ha habido casos incluso, donde el cobro llega al 50%.
Un país cuya parte importante de su PIB proviene de remesas, no puede darse el lujo de perder tan grandes porcentajes de dinero. Al usar Bitcoin, los costos de transacción son bajísimos y los tiempos de demora apenas unos minutos. Ocupar esta red aumentará la cantidad de dinero que llega a los bolsillos de familias salvadoreñas de bajos recursos, entregándoles inmediatamente una mejor calidad de vida.
La adopción de Bitcoin por parte del Salvador tiene razones económicas que van más allá de la inclusión financiera y la industria de las remesas. Al ocupar el dólar estadounidense como su moneda oficial, queda a la merced de los mandamientos de la Reserva Federal, una institución que solamente sirve los propósitos de las instituciones financieras tradicionales.
Aquí recae uno de los grandes problemas del sistema económico actual. Denunciado tanto por Robert Triffin—el Dilema de Triffin—y John Maynard Keynes durante el S.XX, tener a un país emisor de la reserva mundial de dinero viene con una contradicción fundamental. Según estos economistas—y la historia lo confirma—es cuasi imposible poder compatibilizar las necesidades locales con las necesidades internacionales.
El siguiente gráfico debería preocupar al mundo, pero de alguna forma pasa bastante desapercibido.
Se muestra el aumento de la masa monetaria—impresión de dinero—por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos durante los últimos doce meses. El Banco Central del país del norte ha aumentado un 32% la cantidad de billetes circulando por la economía (hoy en día son números en una pantalla), algo sin precedentes en tiempos de paz. Aumentó de $15,35 trillones de USD a $20,26 trillones de USD entre Febrero 2020 y Mayo 2021.
El sistema financiero tradicional, con sede en Nueva York y las grandes metrópolis del occidente entregan una prioridad exorbitante a sus instituciones. Esta descarada impresión de dinero ha ido a parar a las arcas financieras de Wall Street y dueños de acciones y otros instrumentos financieros. El año pasado, cuando se anunció la primera impresión de dinero ($2 trillones de dólares) se hizo el cálculo de cuánto debería ir a parar a cada individuo, si la impresión se hiciera de forma más equilibrada: alrededor de $6.000 USD por persona. ¿Cuánto recibieron? $1.200 USD.
“La Reserva Federal está aumentando la cantidad de dinero en la economía, pero no existen cheques de estímulos para las personas de El Salvador”, dice Jack Mallers, creador de una aplicación de pagos—llamda Strike—con Bitcoin basada en la Lightning Network (una solución para escalar Bitcoin que utiliza transacciones en un segundo nivel de la red, disminuyendo los tiempos y costos de transacción enormemente). Al ser un país dolarizado, El Salvador—y muchos países más de la región—sufre las consecuencias de está expansión monetaria.
¿Qué reciben los salvadoreños? Inflación. Un país pobre que utiliza como principal medio de pago una moneda en vías de fracaso es un desastre económico.
A pesar de que la ley ya fue aprobada, quiero remarcar dos puntos importantes de su propuesta:
Bancos Centrales están tomando medidas que pueden provocar daños a la estabilidad económica de El Salvador.
Que para mitigar el impacto negativo de bancos centrales, se hace necesaria la autorización para la circulación de una moneda digital con una emisión que no depende de ningún banco central y solamente se altera de acuerdo a objetivos claros y calculables.
No cabe duda de que la estabilidad que buscan los Bancos Centrales alrededor del mundo es para la parte alta de la pirámide. Es lógica, ¿Creen que desde la Reserva Federal están tomando en cuenta las personas de San Salvador que verán perder su poder adquisitivo con sus decisiones? Con suerte, piensan en su propia población al hacerlo.
El pasado fue el oro, el presente es el dólar, el futuro será Bitcoin. Las cifras son reveladoras. Hasta hace unas décadas, el dólar era parte de más del 80% de las reservas mundiales de países, hoy apenas roza el 60%. Varios países del mundo—China, Rusia, Irán—están buscando alternativas al dólar para su comercio internacional. Pequeños países, que han visto ir y venir “expertos” internacionales del FMI y Banco Mundial, y cuya población sigue pobre, están dándose cuenta de la estafa del sistema, abriendo sus puertas a otras alternativas.
Hoy en día, el mercado de capitalización de Bitcoin bordea los $650 mil millones de dólares. El Presidente Bukele indica que con solamente un 1% de ese mercado insertándose en El Salvador, el PIB aumentaría en 25%. Como dije antes, la visión de futuro de este pequeño país de Centro América puede traerle grandes premios.
Bitcoin es una red descentralizada, con una emisión máxima de 21.000.000 de bitcoins. La política monetaria está programada, y desde su nacimiento ha funcionado igual. Un país puede prohibirlo, mientras otro lo puede adoptar, pero esta red continúa funcionando sin parar. El precio puede subir exorbitantemente, o caer estrepitosamente, pero la red sigue validando transacciones. No existe Banco Central que hace y deshace las reglas unilateralmente y para beneficio de unos pocos. Bitcoin funciona igual para todos, en todo momento.
La movida de El Salvador me llena de esperanzas. Se dan cuenta de las movidas terribles de la Reserva Federal de Estados Unidos—finalmente—y tienen la visión de futuro para aplicar otro modelo monetario. Uno que apoya al 70% de su población que hoy no tiene acceso a instrumentos financieros, y rescata un gran porcentaje de su PIB que se queda en manos de los intermediarios de sus remesas. Un modelo basado en una moneda cuyo valor aumenta con el tiempo, y no disminuye.
Aunque dejo abierta la posibilidad de algún interés escondido del gobierno de Bukele con esta nueva ley, creo que El Salvador estará mejor mañana de lo que estaba ayer. Abrirán sus puertas a una comunidad comprometida, colaborativa, cooperativa, neutra, inclusiva y abierta. Bitcoiners, tal como la red, saben que el sistema actual es una estafa, y trabajan todos los días para denunciarlo y crear las condiciones para adoptar un modelo mejor. Saben que ya no necesitamos “apoyos” del FMI o Banco Mundial con sus condiciones siniestras. Saben que la edad del Banco Central y sus directrices elitistas ya están en el ocaso. Saben que el poder político sin rendición de cuentas está acercándose al día de su juicio final. Más importante aún, saben de la importancia de Bitcoin para el 99%.
Arregla el dinero, y comienzas a arreglar al mundo.
Si quieres descentralizar los canales de comunicación e información, entonces apoya a este medio digital independiente. Considera que toma tiempo crear y compartir contenido abierto y gratuito para todos. No estoy promocionando un producto ni un servicio, sino explicando la tecnología de Bitcoin de la forma más sencilla y neutral posible. Si quieres apoyar esa misión, suscríbete y entra a Patreon para ayudar a mantener este medio abierto para todos y todas.