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Esta semana quiero celebrar el cumpleaños de Satoshi Nakamoto, el pseudónimo de quien (o quienes) crearon Bitcoin. El 5 de Abril de 1975 aparece como el día de cumpleaños de este misterioso/a revolucionario/a, quien cambió fundamentalmente la forma en que podemos transferir valor e información. Bitcoin significa una devolución del poder del dinero a las manos de individuos, un cambio de paradigma del sistema financiero en torno a ideas de inclusión, igualdad, no-censura, neutralidad, y apertura.
El 5 de Abril de 1975 viene llena de pistas respecto a la ideología de Satoshi. Hace ochenta y ocho años, el 5 de Abril de 1933, el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, firmó la orden ejecutiva 6102, prohibiendo la tenencia de oro por parte de ciudadanos estadounidenses. Se les obligó vender la gran cantidad de sus posesiones al gobierno de Estados Unidos, por lo que el término “nacionalizado” se me viene a la mente.
Aunque cada persona podía retener hasta cinco onzas de oro, todo el resto se debía vender al precio de $20,67 USD (equivalente a $408 USD en 2019), el precio legal del oro en ese momento.
La razón oficial de la orden fue que el acaparamiento del metal precioso había empeorado la situación económica y profundizado la Gran Depresión de los 1930. Con la aprobación del 6102, se eliminaba las limitaciones a la Federal Reserva (banco central de Estados Unidos) para imprimir dinero, estimular su economía, y aumentar el control sobre el dinero que entraba y salía de la economía. En esos momentos aún existía un vestigio del patrón oro (régimen monetario donde el dinero que circulaba por la economía debía tener un respaldo en este metal precioso, tema que tocaré en una futura edición), que de a poco comenzaba a ser eliminado.
Por otro lado, el año 1975, parece haber sido elegido por Satoshi. En 1974, el presidente de la época, Gerald Ford, eliminó la orden ejecutiva 6102, medida que entró en vigencia en 1975, permitiendo nuevamente a estadounidenses poseer oro.
A partir de su cumpleaños, y los hechos históricos que comparten la fecha, podemos sacar algunas conclusiones respecto a la ideología de Satoshi Nakamoto. Claramente creía en la soberanía individual, sobre todo en materias financieras. Era reacio al monopolio monetario por parte de una pequeña elite, y que tiende a favorecer a quienes pertenecen al selecto grupo. Su cumpleaños es una parodia al poder del gobierno por unilateralmente decidir qué hacer con el dinero de los ciudadanos.
¿A quién le celebramos?
El nombre Satoshi Nakamoto primero aparece en Octubre de 2008, publicando un documento titulado: Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System (Bitcoin: Un Sistema de Efectivo Electrónico de Persona-a-Persona). Este whitepaper fue enviado en un recoveco del internet, a un grupo de cypherpunks (grupo de desarrolladores que utilizan criptografía para impulsar cambios sociopolíticos en la sociedad) explicando la idea detrás de Bitcoin.
En las nueve páginas de su documento, Satoshi esboza un sistema de dinero electrónico libre de control centralizado (sea por el gobierno u otra entidad), basado en técnicas de encriptación y con características únicas en el mundo del dinero—escasez probada, inmutabilidad, inclusión, apertura, neutralidad, alta divisibilidad, portabilidad, y muchas más. Unos meses más tarde, el 3 de Enero de 2009, se activa públicamente el software de Bitcoin y comienza a operar esta red, invitando a otros coders a participar del mantenimiento y desarrollo del sistema.
Sin embargo, nadie sabe quién es Satoshi Nakamoto. ¿Qué sabemos de este misterioso personaje, que aparece con un sistema que viene a revolucionar el mundo? Muy poco; nunca se ha podido descifrar si es hombre o mujer, si fueron varias personas, su lugar de origen, etnia, edad, ni otros elementos importantes de su persona. Es, simplemente, una incógnita. Aunque algunos nombres han circulado como posibles (o probables) identidades detrás de Satoshi, nunca ha quedado claro.
En un análisis estilométrico—estudio dedicado al estilo lingüístico, principalmente en su formato escrito—se intentó compatibilizar varios criptógrafos que interactuaron en sus comienzos con Satoshi Nakamoto, para ver si alguno de estos era en realidad este misterioso programador. Estos incluyeron a Hal Finney, Wei Dai, Nick Szabo (creador de los contratos inteligentes, que vimos en la edición #016), y varios otros. Aunque había algunas coincidencias entre formas de escribir, no se pudo confirmar la identidad del creador de Bitcoin como uno de estos desarrolladores.
Vale la pena constatar que hay algunos dentro de la cripto-comunidad, que consideran simplemente imposible que solo una persona haya podido crear este protocolo, debido a su nivel de complejidad tecnológica y su diseño tan libre de fallas. Si le preguntamos al experto en Bitcoin y Blockchain, Andreas M. Antonopoulos, muchos han dedicado interminables horas a romper (incluyendo él mismo) este sistema, sin frutos, lo que llena de escepticismo la posibilidad de que haya sido un puro programador detrás de Bitcoin.
¿Por qué mantener el anonimato?
Bitcoin no fue el primer intento por establecer una moneda fuera de algún control centralizado. De hecho, es la culminación de cuarenta años de esta búsqueda por parte de criptógrafos, filósofos, economistas, y científicos de la computación. Bitgold, E-gold, y Liberty Dollar son solo algunos de los precursores de la criptomoneda que hoy se posiciona como un sistema financiero alternativo. Estos fracasaron por diversos motivos, algunos por complicaciones técnicas y otros por problemas legales. En muchos lugares del mundo es simplemente ilegal crear monedas privadas, y quienes lo hacen se enfrentan a duras sanciones.
Tener el control sobre el dinero es una parte muy importante del poder de gobiernos. El monopolio del dinero, las armas, la policía, y las calles es fundamental para la institucionalidad del estado. Cualquier amenaza a ese control, y a la transparencia de las acciones del estado es duramente sancionado y censurado.
La decisión de Satoshi de mantenerse anónimo, de cara a las sanciones que podría haber enfrentado por parte de gobiernos, me parece bastante sensata (y algo que fue probablemente previsto por Nakamoto). Si uno mira las acciones tomadas en contra de quienes ya han transparentado acciones criminales de algunos Estados—Julian Assange y Edward Snowden, entre otros—pone los pelos de punta pensar qué serían capaces de hacerle a quien creó un sistema financiero alternativo. Uno que la quita todo el poder de financiamiento a las máquinas de guerra, corrupción, y desigualdad que son hoy algunos estados del mundo.
Por otro lado, la idea de Bitcoin es la creación de un sistema completamente descentralizado, sin influencia de una sola persona ni autoridad alguna. Cambia la confianza en personas por confianza en redes, algo que quizás no habría sido posible teniendo al creador de la red aún vigente en la toma de decisiones y la dirección del protocolo.
A dos años de trabajo colaborativo en este protocolo (con voluntarios apasionados por el proyecto), Satoshi se despide, dejando un último mensaje: “he pasado a otras cosas. Está en buenas manos con Gavin y el resto”. Gavin Andersen es uno de los desarrolladores principales de Bitcoin y ha estado trabajando en el protocolo desde sus comienzos. Con ese mensaje, desaparece para siempre el enigmático Satoshi Nakamoto. Aunque existen varias teorías de su desaparición: que fue premeditada, que tuvo complicaciones de salud, o que simplemente pensaba que el protocolo podía seguir sin él, nunca sabremos la verdadera razón.
Satoshi Nakamoto es una idea. Más que deambular por las especulaciones de quien es este personaje, es interesante pensar en su gesto. Desafiar la idea de autoría, en una época donde las personas buscan desesperadamente posicionar su imagen, propone una resistencia a los tiempos en que vivimos. Desafía, también, la autoridad propia. Da cuenta de su filosofía cripto-anarquista (demostrada a través de Bitcoin), donde el poder no reside en un solo individuo, sino en la fuerza distribuida de un código computacional. Un protocolo abierto y no-jerárquico, que le da la entrada a cualquier a participar.
Bitcoin es nuestro salvavidas. Los sistemas basados en monedas fiat están diseñados para fracasar. El promedio de vida de una moneda gubernamental es de 27 años, y como vimos en la edición pasada, la inflación viene a devorar el poder adquisitivo de nuestras monedas. Además, estos sistemas sirven para llenar de dinero “barato” el sistema, enriqueciendo a quienes tienen un acceso desigual al poder.
Bitcoin sirve como reserva de valor (propiedad fundamental del dinero), y también como un acto político. Apoya la resistencia a las acciones del gobierno, que muchas veces representa al 1% y no a la masa de la población.
Hoy, más que nunca, necesitamos Bitcoin. Feliz cumpleaños Satoshi, y gracias.
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