Hoy es un día especial para toda esta comunidad. La Cadena cumple cincuenta y dos ediciones, marcando un año desde su inicio. Lo que comenzó como un pequeño proyecto cuya misión es llevar bitcoin a las masas—o al menos los que quieran entender mejor esta revolución—ha ido creciendo con las semanas.
Con más de 5.000 suscriptores, sobre 70.000 palabras escritas, más de 9 entrevistas a algunos de los máximos exponentes del espacio (Andreas M. Antonopoulos, Guillermo Torrealba, Camila Russo, Dan Held, Nic Carter, Lyn Alden, Marina Spindler, Torsten Hoffman, y Agustín Feuerhake) hemos ido creando contenido de la más variada índole.
A medida que el mundo desciende, ascende, y trascende en incertidumbre, duda y miedo, la idea detrás de La Cadena ha sido ser un espacio de esperanza girando en torno a la mejor herramienta que tenemos hoy para hacer resistencia ante la locura del estatus quo: Bitcoin.
Y seguiré en esa misión. De apoyarte a entender mejor esta revolución monetaria y tecnológica y darte herramientas para cuestionar el mundo y hacer frente todo el ruido que los medios provocan. Son momentos díficiles para algunos y fascinantes para otros. Vemos una guerra de narrativas, todas luchando por posicionar su verdad como la verdad, y en eso hay un sólo ganador.
Bitcoin es dinero neutro, inmutable, con una política monetaria predecible que además garantiza los derechos financieros de cada individuo, sin importar quienes son ni de dónde vienen. Siempre habrán escéptico y que se sigan sumando. Pero a medida que desbaratamos sistemas de creencias y construimos nuevas, esta alternativa existe, y con eso ya tenemos una luz.
Porque bitcoin es dinero natural y esperanzador, con certeza en su pasado, presente y futuro. Y encontrar eso en un mundo tan desenfrenado como el día, es un alivio. La Cadena continúa en esa lucha, de hacer la resistencia una realidad y entregar una plataforma para quienes pensamos distintos.
Aprovecho de contarles que estoy viendo algunos cambios a La Cadena. Me queda más de una semana en El Salvador, que me ha servido para desenfocarme y pensar distinto sobre mi proyecto y mi futuro en este espacio. Aún no sé definitivamente cuáles son ni como serán, pero se vienen. Apenas tenga claridad, se los haré saber.
Y quiero hacer un especial saludos a mis Patreons. Solidarios y generosos, aportan todos los meses, apoyando esta labor. Lucas, Florencia, Baltazar, Andrés, Sergio, Rodrigo, Diego, Andrés, Eduardo, Raúl, Pia, Christian, Tomás, Salvador y Graham, les agradezco de profundamente.
Muchos saludos, y ¡que no se corte La Cadena!
Bitcoin City
La semana hubo un anuncio increíble por parte del presidente Nayib Bukele, que se va a embarcar en la construcción de la primera Bitcoin City. Cómo dijo en la fiesta de cierre de LaBitConf, cuando Alejandro Magno estaba conquistando el mundo, comenzó con la construcciones de Alejandrías, o pequeñas ciudades repartidas alrededor su territorio.
La idea no era necesariamente que estos pequeños territorios fuesen a cubrir el terreno inmenso del imperio, sino que sirvieran como faros de esperanza alrededor del mundo. La historia ya es conocida, murió Alejandro Magno y dejaron de construirse las Alejandrías.
Pero sin embargo, como dijo Bukele, si queremos que bitcoin se expanda alrededor del mundo, tenemos que construir ciudades de esta índole, que sirvan como esperanza para el resto del mundo que se pueden hacer las cosas distintas. Que no tenemos que seguir sujetos a mandatos arbitrarios de la élite, y que hay una manera distinta de hacer las cosas.
En el lejano este—aunque no es tan lejano, ya que El Salvador es bastante pequeño— se anunció la creación de la primera Bitcoin City. La Unión queda justo en la Bahía de Fonseca (que es compartida por tres naciones, Honduras, Nicaragua y El Salvador), y hoy es el puerto más grande de El Salvador, contando con una población de 34.000 personas.
Esta transformación será realmente única. Se vendrán grandes obras de construcción, modernización total de la ciudad, con un especial enfoque en la digitalización y tecnología. Construirán plazas, parques, museos, centros de entretenimiento, un aeropuerto, y mucho más.
Bitcoin City estará construido en el faldeo de un volcán, cuya energía se canalizará para entregarle electricidad a la ciudad junto a mineras de bitcoin. Bastante impresionante, ¿no?
Pero hay más, para financiar esto, El Salvador emitirá deuda a 6.5% anual para adquirir bitcoin, un activo que se valoriza a más de 100% anual, y así podrán comenzar la construcción de Bitcoin City. Si bien viene con algunos matices, incentivos financieros más complejos, la jugada es simple. Emitirán deuda salvadoreña basada en bitcoin, el cual con las proyecciones que estamos viendo, se podrá pagar en los próximos cinco a diez años.
Esta movida por emitir deuda basada en un activo que se valoriza con los años (6.5% vs 100% de valorización) significará que muchos países más mirarán la experiencia de este pequeño país centroamericano y tendrán que tomar nota al respecto. No sé que ocurrirá, pero sin dudas será interesante.
Sumado a esto, Bitcoin City tendrá las siguientes características:
0% impuestos a la renta
0% impuestos a la ganancia de capitales
0% impuestos a la propiedad
0% impuestos municipales
0% emisiones de carbono
La movida de Bukele por adoptar esta nueva tecnología tiene a muchos expectantes, desde individuos hasta nación-estados. Están todos los ojos puestos sobre la nueva construcción de Bitcoin City y ver la adopción en este país. Es bastante innovador, riesgoso, pero con una gigantesca oportunidad si bitcoin continúa con su trayectoria avasalladora en el futuro.
Creo que es importante ser optimista cauteloso. Nada es perfecto, y aunque todo suena muy bonito en el papel, no nos olvidemos que sigue el Estado a cargo de estas movidas, y ya sabemos bien como terminan sus peripecias. Esto no es un ataque al gobierno de El Salvador, sino que el engranaje del aparato estatal permite ciertas flexibilidades en algunos aspectos de su funcionamiento.
Por otro lado, creo que no sólo porque un proyecto tiene la palabra bitcoin es de por sí algo bueno. Esto, a fin de cuentas, es una herramienta, y puede ser usado para bien o para mal, por el gobierno de turno y quien venga después.
Sin dudas, eso sí, será fascinante ver como avanza esta transformación.
Soy Pedro y esta es la edición cincuenta y dos de La Cadena. Si quieres descentralizar los canales de comunicación e información, entonces apoya a este medio digital independiente. Este boletín es gratis, pero no barato. No estoy promocionando un producto ni un servicio, sino explicando la tecnología de Bitcoin de la forma más sencilla y neutral posible. Si quieres apoyar esa misión, suscríbete y entra a Patreon para ayudar a mantener este medio abierto para todos y todas.